Este curso en el Seminario de Lectura de la Realidad vamos a detenernos en la Iglesia vista desde el misterio de salvación.
En los momentos actuales, ante la profundidad de las crisis que nos afectan, el cristiano ha de ser lúcido. Como se señala repetidamente en el evangelio, hemos de estar atentos, vigilantes, y en actitud de escucha. Para actuar es necesario escuchar; si no lo hacemos así acabaremos haciendo del compromiso una imposición. Necesitamos estar atentos porque los frentes en que nos movemos cambian constantemente, así como sus estrategias.
Y si no lo hacemos puede ocurrirnos como decía un pensador respecto de la Iglesia: "Justo cuando creía que tenía todas las respuestas cambiaron las preguntas".
En ese sentido señalamos que una de las tareas fundamentales hoy es descubrir el perfil eclesial necesario para anunciar el evangelio al mundo de hoy. Y, para ello, la Iglesia ha de ser signo de la salvación en el mundo de hoy, y sólo se puede ser signo si se responde a los anhelos y expectativas de los hombres de hoy. Nos encontramos con dos experiencias que ocultan el rostro de Dios.
Al final nos encontramos con que sólo Dios salva; que necesitamos volver a la fuente.
La actitud en el seminario va a ser la de fidelidad, en una doble dimensión:
En los momentos actuales, ante la profundidad de las crisis que nos afectan, el cristiano ha de ser lúcido. Como se señala repetidamente en el evangelio, hemos de estar atentos, vigilantes, y en actitud de escucha. Para actuar es necesario escuchar; si no lo hacemos así acabaremos haciendo del compromiso una imposición. Necesitamos estar atentos porque los frentes en que nos movemos cambian constantemente, así como sus estrategias.
Y si no lo hacemos puede ocurrirnos como decía un pensador respecto de la Iglesia: "Justo cuando creía que tenía todas las respuestas cambiaron las preguntas".
En ese sentido señalamos que una de las tareas fundamentales hoy es descubrir el perfil eclesial necesario para anunciar el evangelio al mundo de hoy. Y, para ello, la Iglesia ha de ser signo de la salvación en el mundo de hoy, y sólo se puede ser signo si se responde a los anhelos y expectativas de los hombres de hoy. Nos encontramos con dos experiencias que ocultan el rostro de Dios.
- Una crisis profunda de la idea de salvación cristiana. A la gente de hoy no le interesa la salvación cristiana. Se nuestra indiferente.
- La idolatría: La gente más que por la salvación se preocupa por el bienestar, por tener dinero.
Al final nos encontramos con que sólo Dios salva; que necesitamos volver a la fuente.
La actitud en el seminario va a ser la de fidelidad, en una doble dimensión:
- Fidelidad a las demandas de los hombres y mujeres de hoy
- Fidelidad a la Palabra de Dios Desde esta actitud y desde esas claves vamos a plantearnos por dónde debe ir el perfil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario